Iglesia de Bocas del Toro recibe con alegría Nuevos Misioneros Agustinos recoletos procedentes de Filipinas
Agosto es un mes especial para los Agustinos Recoletos debido a las fiestas que celebramos: San Ezequiel Moreno el día 19, Santa Mónica el 27 y de San Agustín el 28. Debido a estas conmemoraciones Agosto es para nosotros el “MES AGUSTINIANO”. Nos llena de alegría poder celebrar nuestras fiestas agustinianas dando la Bienvenida a dos nuevos misioneros Agustinos Recoletos.
Desde su entrada al País Allan y Jerik iniciaron el proceso correspondiente para regularizar su situación migratoria que culminó con la obtención de la licencia de conducir en Changuinola.
Tanto Allan como Jerik, llegaron a la comunidad de Changuinola el día 22 de julio de 2016 después de haber estado en el Colegio San Agustín de Panamá por más de 21 días. Ambos son conocidos entre nosotros como los filipinos.
Los hermanos filipinos han llegado a Panamá para trabajar con los Frailes de la Provincia Nuestra Señora de la Consolación, de la Orden de Agustinos Recoletos, en su labor misionera que venimos realizando en Provincia de Bocas del Toro desde hace más de 50 años, incluyendo las áreas urbanas, rurales y las zonas comarcales.
La presencia de los misioneros filipinos en la Prelatura, es el resultado de un proceso de diálogo fraterno llevado a cabo entre las provincias San Ezequiel y Consolación a raíz de una solicitud presentada por Monseñor Aníbal Saldaña (Prelado de Bocas del Toro) ante ambos provinciales.
Desde el martes 16 de Agosto de 2016 los frailes Allan Jacinto y Jerik Troy viajron la comunidad de Kankintú, acompañados del Fr. Jesús Sánchez, para conocer su nuevo hogar. Los hermanos Tomás Alvizu, Francisco Elizalde y José Tomás González recibieron a los nuevos misioneros con alegría y entusiasmo. Este mismo día por la noche fueron presentados a la feligresía de Kankintú que acudió a dar la bienvenida a los nuevos hermanos.
A su paso por Changuinola, los frailes filipinos han aportado alegría y jovialidad para esta comunidad. Estamos alegres de estar con ellos, de compartir la mesa, la misa, la misión, la comunidad, etc. A nuestro entender son frailes maravillosos, con un alto sentido del trabajo, la comunidad, la vida eclesial, la oración y la entrega en favor de los más pobres.
Damos gracias a Dios y nuestro padre espiritual San Agustín por la presencia en medio de nosotros de los hermanos Allan Jacinto y Jerik Troy. Su estancia en estas tierras supone un impulso y aires de esperanza para el anuncio del Reino de Dios en esta nuestra prelatura de Bocas del Toro.
Que nunca se nos apague el ardor misionero.
ORACIÓN A SAN AGUSTÍN
¡Oh gran Agustín,
nuestro padre y maestro!,
conocedor de los luminosos caminos de Dios,
y también de las tortuosas sendas de los hombres,
admiramos las maravillas que la gracia divina
obró en ti, convirtiéndote en testigo apasionado
de la verdad y del bien,
al servicio de los hermanos.